Poemas de amor para enamoradas. Versos de amor para enamorados. Poemas de amor con voz. Edición de Febrero de 2015 | ||||||||
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Versos de amor para enamorados. Versos de amor para enamoradasPoemas de amor con voz. Versos de amor para enamorados . Descarga gratuita de poemas recitados. Descarga gratuita de poesías recitadasRecogeremos los poemas románticos recibidos. Poemas de amor para enamoradas. Algunos de ellos formarán parte de la próxima edición de nuestra revista de poesía de amor "Como un torrente", una revista radiofónica y literaria dedicada a la poesía de amor y a la música romántica. Envíanos tus poemas y serán publicados, si la calidad es la adecuada, en esta sección. Versos de amor para enamoradas. Versos de amor para enamorados. Edición de Febrero de 2015 Le ponemos voz a tus poemas de amor. Escucha una selección de poemas de amor recibidos y que estamos grabando actualmente.Amor y Poesía te ofrece la posibilidad de escuchar tus poemas narrados por un locutor o rapsoda profesional de poemas y cartas de amor. Haz clic en las imágenes de los poemas románticos para escuchar estos poemas. Poemas de amor para escuchar el día de San Valentín y en cualquier momento . Mándanos tu poema de amor porque le ponemos nuestra voz a tus palabras. |
Selección de poemas de amor de nuestros oyentes. Escucha los nuevos poemas de amor. Versos de amor para enamoradas. Febrero de 2015 |
Poemas de amor de nuestros oyentes. |
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Déjame soñarte desnudo
Déjame formar parte de tí,
Déjame soñarte, pero antes,
Inmaculada Galiana, poema de amor
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Te he visto en mi niñez, en una playa algo sucia revoloteando en medio de las olas inquietas. Te he visto en mi adolescencia a orillas de otras playas mas distantes, tal vez mas bellas a mis ojos pero mas ajenas a mi corazón. Ahora, lejos del mar, de la tierra que amo y vive en mis recuerdos te veo a través de la ventana de un bus destartalado cuando atravieso el diario camino bordeado de trupillos, cactos, piedras, pantanos. ¡Ahí estás!...blanca, inalcanzable, bella volando en medio de aguas sucias, inmóviles. Tan lejos del mar como yo. ¿Cuántos kilómetros has volado? ¿Qué persigues en tu vuelo incesante? ¿Dónde te posarás la próxima vez que te detengas? No te quedes aquí, sigue tu vuelo. Es posible que nunca sepas que vuelas, hacia donde vas, o donde terminarán tus días. Y yo sigo aquí, queriendo seguir tu ruta migratoria hacia paisajes nuevos que me quiten del alma el dolor de la distancia. Esther González, poema romántico. |
Azul orujo que prender el brujo que a su luz azulada
vuelva nuestra mirada. a lo bello y lo puro que da color al tiempo. Azul vidriera en monasterio oscuro de esta atalaya brillando al firmamento. Azul deseo en boca de Morfeo de ese azulo estelar al fondo de la nada. Azul de cielo reflejo del agua... Azul pasión que es reprimida al ritmo acelerado de nuestras pobres vidas. Azul final que transforma la vida, florezca la verdad y muera la violencia. Agua a los sueños, El aire aliento en este punto ¡derrama tu misión por nuestros cuerpos!
Luis Tejeiro
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Selección de poemas de amor de poetas famosos. Escucha los nuevos poemas de amor. |
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Tus ojos
Tus ojos son la patria del relámpago y de la lágrima, Poema romántico de
Octavio Paz |
Recuerdo el primer día
Recuerdo el primer día que me separé de ti. Poema romántico de Esperanza Ortega. Antología de poetas españoles (1940-2002)
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Ardor adolescente
Ardor adolescente,
Poema de amor de Rubén Darío |
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Selección de poemas de amor del autor: Jesús Ángel Morato. Poemas recitados de otros autores |
La lluvia, un poema de Ángel González No; la lluvia no te moja: te resbala. Tienes la piel de aceite, amada mía. Ungida con aceite, perfumada. Todo lo ha traspasado de ternura la lengua transparente de las aguas. Un vapor dulce, como el aliento de un buey, cálidamente exhalan los árboles. Gotas largas, romo alfileres líquidos, brillan al primer sol de la mañana. La lluvia que ha mojado tus cabellos no ha mojado tu cuerpo ni tu cara. Escucha el poema |
Mis pecas Mis pecas pequeñas perezosas, mi sincera sonrisa sonrosada, mi corta canción constante, mi monte místico músico. Volveré a volar sobre tus versos, volveré a visitar tus vasos, volveré a ver tus vértices, volveré a tu vergel verde. Serás mi fugaz fuente. Serás mi amanecer ansioso. Serás mi empleo esclavo. Serás mi lugar lascivo. Descubriré tus dedos, descubriré tus dudas, descubriré tus dardos, descubriré tus diarios. Soy tu pequeño poema enamorado Jesús Ángel Morato ©2002 |
Por el aire Por el aire, que van por el aire. Tu corazón es un velero que no lleva sangre. Por el aire, que van por el aire. Tu besos son las palomas que no encuentran a nadie. Por el aire, que van por el aire. Igual que ayer tus lágrimas se esconden
en balde. Por el aire, iban los sueños, y sus amantes, sin enterarse. Por el aire, que van por el aire.
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La estación perenne.
Tu cuerpo desnudo brilla bajo los relámpagos como antes bajo mis manos. Todas las estaciones están en tu cuerpo. La primavera comienza su esplendor en tu abrazo y concluye en tu boca entreabierta, exultante. Todos los ríos del mundo están en tu cuerpo, confluyen en ti en el momento en que el animal más bello del bosque —el ciervo, por ejemplo— bebe de ti y se contempla. Tu piel es el límite del fuego donde se refugia el ardor del verano. Rojas llamas te inundan. Se mezclan los elementos y tu cuerpo se curva, hay más aire en tu boca y mi cuerpo sediento busca en ti salida, la libertad, los deseos. Se anudan en ti los olivos del mundo y ardes como una lámpara. Somos un cuerpo solo luchando contra la muerte. El otoño se riega en tu cuerpo como vino rojo en la mesa. Tus muslos descansan en el borde del mundo. Vuela una paloma de tu pecho a mis manos. Después miramos los dos, de alegría cansados, como a chimenea en invierno, el fuego pasado y tu piel que brilla bajo los relámpagos. Escucha el poema: La estación perenne. Un poema de Eduardo Cote Lamus ----------- Allí Allí donde mi boca se encuentra con tu horizonte, donde el sol es tu luz, donde las estrellas tus latidos. Allí donde tus latidos son el horizonte. Allí donde tus palabras brotan, donde tus manos abrazan mis palabras, donde tus vértices vierten salados secretos sobre mi sentido. Allí donde estás Allí estoy. Allí donde sueñas Allí estoy. Donde habitas, donde besas, dentro, contigo… Estoy en tus sueños. Estoy en tus palabras, entre ti, contigo, frente a ti, dentro.. Soy tu horizonte de luz y de latidos. Y en la noche los caminos se convierten en palabras y besos. Bésame ahora y aquí, y ahora y allí. Estoy y somos besos entre ti, contigo, frente a ti, dentro…
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Tendidos sobre la noche las estrellas son el rocío de tarde. Tendidos sobre la noche, las estrellas nos miran y sonríen. A lo lejos cantan, se peinan, desperezan tus trenzas. Suavemente te acercas, como la orilla al agua. Suavemente se alejan, como el sol de las estrellas. Tendidos
sobre la noche, la noche es nuestra reina, las estrellas tu llave tus trenzas mi compañera. Tendidos sobre la noche los sueños son promesas. A los lejos cantan las estrellas.
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Tu cuerpo desnudo Tu cuerpo desnudo en el mar. Va la ola, juega con tus senos, pelota y velero, naranja y limón. Va la ola. Te alcanza. Te lanzo hacia atrás. limón y naranja, tus nalgas son mi barca. Para atrás juego con tus senos. Para adelante, que no te alcance. En el mar, tu cuerpo desnudo flota en mi ser. Soy un marinero, subido a tu velero. Viene una ola y me agarro a tu cuello. En el mar, tus cuerpo desnudo juega entre mis dedos. Limón y naranja, naranja y limón, y la niña juega con los marineros. |
Selección de poemas de amor para escuchar de Jesús Ángel Morato: locutor, rapsoda, poeta y guionista |
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Tu amor de rama en rama es un ave de verano. Como la amapola vuela por las veredas. Toma y toma mi mano y ata tu blusa a mi cinturón, tu pendiente a mi ilusión.
Corazón que vuela sobre la vela, que vuela sobre el cielo, llevándose el beso primero del olvidado amante de aquellas tardes . Viajera de mil labios antiguos, rápidos amoratados y cansados.
Espera, que llega la rama. Espera y toma mi mano. Toma la ilusión de ese beso primero. De esa vereda de caminantes, sobre el cielo sobre los labios y vuela.
Poema de amor de Jesús Ángel Morato© 2015 |
Dame la mano que ya amanece, que el sol nos invita a vestirnos. Píntate los labios que el sol quiere verte distinta. Mujer, que ya amanece, que los sueños son nuestros y estamos los dos juntos, labio con labio, piel con piel. Y amanece... Toma mi mano para descubrir nuestros sueños y que el sol pinte tus labios y que la mañana tu cara y que nuestros sueños se paseen por la calle, juntos los dos, labio con labio
Poema de amor de Jesús Ángel Morato© 2015
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Baila la gitana de oro y las sirenas de plata. Sus lágrimas son lunas desnudas. A la niña le duele el pecho. A la niña le duele el alma. Baila la gitana de oro que él volverá pronto. Baila niña de plata que no se beberá tus lágrimas. A la niña le duele el pecho. A la niña le duele el alma. Por la sierra amarga un viajante se marcha con su cadena de plata. A la niña le duele el pecho. A la niña le duele el alma
Poema de amor de Jesús Ángel Morato© 2015
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Te quiero, poema de Julia de Burgos Te quiero... y me mueves el tiempo de mi vida sin horas. Te quiero en los arroyos pálidos que viajan en la noche, y no termina nunca de conducir estrellas a la mar. Te quiero en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos que huyó su nave blanca hasta el agua sin ondas donde nadaban tristes, tu voz y mi canción. Te quiero en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño en le cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica, en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose. Te quiero (grito de noche blanca...) en el insomnio reflexivo de donde ha vuelto en pájaros mi espíritu. Te quiero... Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas, y va rompiendo sombras y alcanzando tu imagen desde el punto inocente donde soy yerba y trino. |
La luna esconde la zapatilla detrás de la cuna. Tu serás su única niña. Tus ojos no volverán. Y te vas, sueña el aire con nubes naranjas y olor a mar. Tus ojos no volverán. Y te vas, y me quedo con la luna, y me quedo con el aire, soñando y llorando, llorando y soñando nubes naranjas, nubes de dolor, que no son, que no pueden ser. Tus ojos no volverán. Y te vas.
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Lugar, un poema de Juan Barja Lugar de la caricia mas extensa, planicie curva, arco de llanura, extensión de la piel, ballesta dura, calle del trigo, desnudez que piensa. Lago de hielo, calentura densa, rosa de carne y carne de escultura, escultura del pan, quietud madura, lomo del son de arboladura tensa. Siberia de pureza que me arde, Sáhara frío, espejo de mi abrazo, dócil acero del paisaje humano; en el oro dormido de la tarde abre estalas de miel el firme trazo, el lento surco de una dulce mano. |
Rimas de Juan José Llovet El tiempo es oro, mujer; yo no lo puedo perder en pedir ni en esperar. Sé mía si lo has de ser si no, déjame marchar, que el tiempo es oro, mujer.
¡El sol baja tan aprisa! ¡Llega tan pronto a su ocaso! Hay que caminar de prisa hay que aligerar el paso. ¡El sol baja tan aprisa!
Me queda tanto que andar, y tanto por qué reír, y tanto por qué llorar. ¡Para lo que he de vivir me tanto que andar!
No te arrepientas después. Piensa de qué vivirás si dejas morir la mies ¡Yo no ando nunca hacia atrás! ¡No te arrepientas después! Juan José Llovet |
Me siento joven, poema de Acacia Uceta Me siento joven cuando a ti regreso intacto está el mensaje que no envejece el tiempo tu memoria ni muere la amapola que diste a mis trigales. Terso como la aurora en que me miras, en que tú me atesoras, perenne está el aroma de aquel monte donde escuché tu voz por vez primera. Como una ola jubilosa vuelvo a la playa desierta en me te hallara y vuelve a estar la juventud conmigo y está la plenitud en sol naciente. Hubo un tiempo- lo sé- de roca y nube donde solo se oía la tormenta. Te quise contestar y no podía, era mi voz ausente como un tambor abandonado, cubierto de hojarasca en el centro del parque mas sombrío. Tu me andabas buscando, querías devolverme la juvenil pujanza de otros días, apoyaste tus píes en mi contorno y resonó otra vez la primavera. Y volví a ser mi voz cuando tu mano me levantó del suelo en que dormía y aquel tambor herido que yo era sonó de nuevo alegre lo mismo que si un niño lo tocara. Acacia Uceta |
El abrigo de Acacia Uceta El abrigo que buscas en mis alas de tu vuelo infinito me hace nido. Gaviota enamorada soy del aire que sostiene tu amor y mi estatura. Justificada en todo mi potencia. cuna del mar y el me viento me he sentido solo porque elegiste mi envoltura para alojar en ella tu destello. Si toda la grandeza que creaste cabe dentro de mi cuando te miro. ¡que abosluta alegría compartida! Si pudiera quererte como tu al elegirme por abrigo, si llegara al final siendo refugio de tu amor tan solo. ¡que plenitud gozosa sentir tu antorcha firme entre mis alas, rasgar con ella el frío de la noche y la noche hacer día con tu fuego! |
Archivo de poemas de amor recitados. Selección de poemas de amor para escuchar. |
Grandes poemas de la literatura hispanoamericana Miguel Hernández: "Nanas de la Cebolla", José de Espronceda "Canción del Pirata"; Pablo Neruda: Poema veinte "Puedo escribir los versos mas tristes esta noche" |